Cuando estaba embarazada de unos seis meses, sufrí una infección dental y mi dentista dudó si tratarla con antibióticos. Mi ginecólogo, con razón, consideró que los dientes no eran su especialidad, y supongo que todo el mundo pensó que el dolor se me pasaría solo de alguna manera. Solo que no lo hizo y acabé en urgencias en el hospital. Aun así, el cirujano dental no estaba seguro de si debía usar medicamentos mientras drenaba el absceso, por lo que no recibí analgésicos. Si puede imaginar un dolor dental normal y multiplicarlo por un trillón de veces… bueno, eso es lo que sentí yo. Y todo porque los médicos que me trataban se sentían incómodos recetando medicamentos a una mujer embarazada. Puede que mi problema dental pareciera «menor», pero estos problemas pueden ocurrir a menudo y hay una miríada de cuestiones médicas, desde las menores hasta las potencialmente mortales, en las que las mujeres embarazadas se pueden encontrar en la misma situación.
Más del 90 % de las mujeres embarazadas toman fármacos con o sin receta o consumen drogas sociales (como tabaco o alcohol) o drogas ilegales en algún momento de su embarazo, y el consumo de fármacos durante el embarazo está aumentando.1 Esto a menudo ocurre porque las mujeres se ponen enfermas (p. ej., un absceso dental, la gripe o porque las mujeres enfermas (p. ej., con depresión, artritis reumatoide, epilepsia) se quedan embarazadas. Por otra parte, las mujeres esperan hasta una edad más avanzada para tener hijos en Europa y en gran parte del resto del mundo, lo que puede causar complicaciones que requieren tratamiento durante el embarazo.
Sin embargo, existe un vacío en la investigación relacionada con el consumo de fármacos durante el embarazo, lo que significa que los médicos y las pacientes pueden no conocer todos los datos. Los acontecimientos posteriores a la tragedia de la talidomida (que provocó malformaciones) hicieron que los investigadores se percataran de la complejidad de la investigación de fármacos en mujeres en edad fértil.2 Quizá como resultado, los datos sobre el uso de fármacos durante el embarazo suelen ser limitados.
No obstante, puesto que se dan casos como el mío y muchos otros, las mujeres embarazadas necesitan fármacos inocuos y fiables. Y cada vez más organizaciones de pacientes, organismos profesionales y la industria son conscientes de ello y actúan para abordar el vacío de conocimiento. Por ejemplo, cuando las mujeres que participan en ensayos clínicos se quedan embarazadas, históricamente se las excluía de manera automática. Sin embargo, en recomendaciones actualizadas, el European Forum for Good Clinical Practice propuso que la mujer, en lugar de ser excluida automáticamente, se reuniera con los investigadores responsables de su asistencia en el estudio, junto con un consejero adecuado, para comentar las implicaciones que tiene para ella y para su hijo y si debería permanecer en el estudio o no.3 Lo que es más importante, esto podría posibilitar una oportunidad de recabar información para crear un depósito de datos. Otro ejemplo es la sesión sobre utilización informada de medicamentos en el embarazo en la reunión de la Drug Information Agency, juntó expertos relevantes para abordar la necesidad de datos, comunicación y compromiso sobre el tema.4 Finalmente, la Pregnancy & Medicine Initiative es una organización independiente sin ánimo de lucro cuyo objetivo consiste en despertar conciencia y ayudar a abordar el vacío de información acerca del uso de los medicamentos y el tratamiento médico en el embarazo.5
Sin embargo, el progreso en este campo solo es posible si contribuyen todos los grupos de interés, empezando por todos nosotros. El conjunto de herramientas y la página web de EUPATI son fundamentales para educar a los defensores de los pacientes y al público en general sobre el desarrollo de medicamentos y la importancia de la participación de los pacientes. Esto podría conducir a un aumento de la investigación médica, lo que significa que un día, las mujeres, sus parejas y sus médicos serán capaces de tomar decisiones basadas en la evidencia en lo que respecta al uso de medicamentos durante el embarazo.