Cuando pasé a formar parte de la industria, mi misión de intentar mejorar la salud de acuerdo con la definición de los pacientes seguía siendo la misma que antes en el ámbito del estudio especializado y la práctica clínica. En el caso de mi función en la industria, promuevo la idea de que «escuchar activamente» a pacientes representativos en momentos clave del proceso de desarrollo de fármacos puede ayudarnos a comprender qué resultados son más significativos para los pacientes y sus comunidades, y puede ayudarnos a realizar nuestro trabajo de un modo más eficaz. La forma de hacer esto en un entorno que evoluciona a la par que el activismo de los pacientes y los avances en los ámbitos de la normativa, la tecnología y la ciencia requiere un debate colectivo de todos los grupos interesados. Además, debemos ser plenamente conscientes de las diferencias entre las regiones en las que trabajamos para garantizar el respeto por la cultura y el cumplimiento de las leyes y la normativa.
Las personas con una enfermedad son expertos por lo que respecta al modo en el que viven sus vidas con la enfermedad y pueden recopilar fácilmente abundante información en Internet y en los medios sociales. No obstante, es posible que no tengan la experiencia ni los conocimientos necesarios para contribuir de forma que permita incorporar las aportaciones al desarrollo y el conocimiento de los nuevos fármacos y otros tratamientos. Considero que EUPATI es un programa distintivo de colaboración que educa, capacita y permite a los pacientes lograr este objetivo.